21 jun 2010

Critica: El Idioma de los argentinos (Roberto Arlt)

-No escribia mal sino, que escribia en argentino.
    Roberto Arlt,la obra* del cronista del cotidiano argentino*, emerge paradojicamente, comomun retrato vivo y fidedigno de la sociedad porteña del siglo xxl.En medio de la agonica crisis economica que a traviesa el Pais y entre el estruendo de los cacerolazos, los escritos de Arlt han de cobrar una vigencia insusitada y servir para entender, un poco mejor, la idiosincracia del pueblo argentino.
  Hijo de un inmigrante prusiano y una italiana de Trieste,Roberto Arlt nacio en el barrio de Flores,en Buenos Aires , el 2 de Abril de 1900.Inventor frustrado ademas de escritorcritico en sus obras-novelas , cuentos,tetro, ensayos , articulos periodisticos-la hipocecia de una parte de la sociedad Argentina y la decdencia de una de sus instituciones.Denuncio con dureza al capitalismo, la corrupcion , la guerra...y dio a palabra a todos aquellos a los que la crisis economica y la ley de residencia 1902, que permitia la expulsion del pais de cualquier individuo de aspecto sospechoso, habian enpujado a la marginalidad y a buscarse la vida con la imaginacion como unica arma.
    En las novelas de Arlt,asi como en sus famosas aguafuerte porteñas- aparecidas en el diario- El Mundo,1926, hasta su muerte, rufianes,falsificadores,trabajadores explotados,prostitutas y borrachos, adquieren el protagonismo que la sociedad les niega y lo hacen expresando sus sueños, deseos y miedos y en un idioma particular, la herga de las clases marginales o lunfardo.
-Escribe en un idioma que no es propiamente el castellano- lo cierto es que muy poco o nada le impotaban las criticas de esas personas que se sientan en un mullido sillon, sin otro cometido que hablar mal del projimo-, como vino a decir esta mas preocupado por describir la vida en las calles de Buenos Aires.
     Sin embargo, el merito reside precisamente en haber sabido relatar sin tapujos la vida de esa gran mayoria de Argentinos que no cuentan -con un deposito-en dolares, bajo el colchon de sus casas.
    Arlt, que murio en 1942 de un ataque cardíaco, vivió una época no muy distinta a la actual. Cuando el autodidacta escritor publicó su primera novel en 1926, "El juguete rabioso", las exportaciones argentinas de carne y de trigo adaban en caída en picado mientras el dsempleo y la deuda pública no dejban de aumentar. ¿no les suena familiar?
    Pero esa pobrzsa que Arlt conoció desde su infancia, pronto lo hizo abndonar los estudios para ponerse a trabajar, marcó, además de creación literaria, un desaforado afán por hacerse rico, frutos del cual son los multiples inventos que ideó y que siempre terminaron fracasando, como las célebres medias de caucho reforzado, que entre otros clificativos recibieron el nombre de "botas de bomberos". En fin, una de esas contrariedades, denuncia el capitalismo y la búsqueda de la riqueza, de las que nadie esta excluido y que en el caso de Roberto Arlt le llevaron  montar incuso un laboratorio químico en Lanús.
    Con su muerte, Argentina perdío al creador de la novela urbana y a un auténtico "cronista de lo cotidiano" que hablo de lo que nunca nadie habia hablado, que denunció lo que pocos antes se habian atrevido a denunciar, y todo por medio de su pluma transgresora e irreverente. Sesenta años después de su muerte, ha llegado la hora de recuperar al gran escritor que fue Roberto Arlt de dejar testimonios de la vida misma, como éste estraído de "El jugute rabioso".
-Tenes que trabajar, Silvio.

-¿Trabajar, trabajar de qué? Por Dios...¿que quieres q haga...¿que fabrique el empleo...? Bien sabe usted que eh buscado trabajo.(47)

-No me importa no tener traje, ni plata ni nada, y casi con vergúenza me confesé-: Lo que yo quiero es ser admirado por los demás, elogiados por los demás. ¡Que importa ser perdulario! Eso no me importa...Pero esta vida mediocre...Ser olvidado cuando muera, eso si que es horrible. ¡Ah, si mis invemtos dieran resultado. Sin embargo algun dia morire y los trenes seguran caminado y la gente irá al teatro como siempre y yo estaré...muerto...bien muerto...muerto para toda la vida.(93)

    Roberto Arlt es autor de las novelas: "El juguete rabioso", 1926 , "Los siete Locos"1929, "Los Lanzallamas"1931, "El Amor bujo",1932 ,las obras del teatro: "Trecientos millones", 1932, "Saverio el cruel",1936, El fabricante de fantasmas,1936, La Isla desierta,1937, "Africa"1938," La Fiesta de Hierro",1940, y numerosos cuentos, relatos y ensayos recogidos en :"Aguasfuertes porteñas",1933,"El jorobadito",1933,"Aguasfuertes Españolas"1936,"El criador de gorilas",1941.Asi mismo muchos de sus escritos han sido llevados al cine, unarte por el que Arlt, sentia gran admiración.
    La ciudad es un lenguaje mudo:"Un laberinto de callejones y plazas pequeñas de casas viejas y nuevas , de lugares de vivir agrandados en tiempos mas cercanos, todo ello rodeado de suburbios con calles derechas, en las que hay casas uniformes".Un lenguaje que busca hablarnos, que busca hacernos presente su verdad, su contenido espiritual, ya que la ciudad como lenguaje hospeda en su alma y en su aura.
    Es ella la escritura moderna del humano sobre la naturaleza, el humano construye en vida mediante la ética, así su hogar es la escritura que ha trazado para su familia:Pero no es la lengua humana la que habla la ciudad, sino la lengua de la naturaleza, ya construida que conserva la mudez y el luto.En el caso de Buenos Aires, es posible apreciar que ha sido el espacio de multiples batallas, ya sea liberadoras u opresoras, multiples festejos e infinidad de transiciones entre etadios culturales y sociales de vital importancia es considerar de las inmigraciones que en el caso de Argentina constituyó, luego la heterogeneidad de culturas que cohabitan su espacio.Polacos, Italianos, Españoles, Alemanes y Franceses, entre otros llegan desde el principio del siglo xx(y antes) a Santa Maria de los Buenos Aires.Algunos viven con sus equipajes llenos, otros con lo puesto. Y son estos  ultimos los que, como en toda revolucion Linguística comienzan a socavar el purismo de la lengua, contaminandola con la nostalgia del exilio:el lunfardo, muchos de ellos relegados a  las villas o los arravales ,y tal como ocurrioen el París del sigloxlx con los traperos, apaches,mohicanos. Y es en esta  disgregación, que la manzana puede ser el pecado y la redencion,en tanto limite de un mundo del cual no se conservan reglas. Asi es como la ciudad fragmentada se dispone ante los ojos del lector doblemente en su potencialidad de sentido: primero, como limite de esta marginalidad obligada de los exiliados,y olvidados,donde se puede leer, la aparicion del contenido presencial del "Alma"(o verdad de la ciudad).
    De esta manera la lectura de la ciudad se da en un hámbito amatorio,como la busqueda y persecución de la belleza en cuanto a verdad.Persecución reveladora de la tragica belleza crepuscular de lo sin nombre, de lo innombrado.
    Roberto Arlt, busca, conservar en una lengua pronunciable aquello, aquello que es en sí comunicable,lo comunicable en la ciudad es la NARRACIÓN, la ciudad escindida es el objeto amado, bello de la contemplación, en le cual el secreto es revelado aquien haga,justicia de esa experiencia. De modo que experiencia dela ciudad en el contemplativo de Astier, es la experiencia del recuerdo,de la nostalgia.
Arlt , escoge las figuras límitesy los espacios comunes, especialmente en el Juguete Rabioso, en la figura de la calle.La calle corrientes todavia estrecha, pero igualmente llena de movimiento, lo intimida. Él quisiera conquistar la ciudad,esa ciudad que comienza en Callao y termina en Esmeralda.Lo posee el mismo estado espiritual que a un inmigrante, que a un hombre de provincia.La calle enigmatica que se le presenta, como una alegoría, como una imagen, que en sí resume la coexistencia de la utopia y la catástrofe, aparece en el Juguete Rabioso, en la imagen de la calle Lavalle,"Eran las siete de la tarde y la calle Lavalle estaba en su babilonico esplendor.Los cafés a traves de las vidrieras veianse abarrotados de consumidores, en los atrios de los teatros y cinematógrafos, aguardaban desocupados, elegantes y los escaparates de las casas de modas con sus piernas calzadas de finas medias y suspendidas de brazos niquelados, las vidrieras de las otopedias y joyerias mostraban en su opulencia laastucia de todos esos comerciantes halagando con artículos de malicia de volunptuosidad de las gentes poderosas en dinero".
    Asimismo, como para Arlt caminar por Corrientes era una suerte de bagabundear por los espacios de la reducción del mundo, para Astier, la calle Lavalle era fecunda en imágenes.En primer lugar era el lugar de la belleza y la cultura, por otro lado, esa belleza era sabida para él como superficial y vana. En esa dualéctica de fascinacion y desprecio, se ve enserrada en las sombras de la caverna, sombras que han de ser la realidad: los trabajos y los días de alegoría del mito de la caverna platónica.
   Inmediatamente después de haber disfrutado de la contemplación del fracmento urbano, se muestra, "Avergonzado, pensaba en la traza de pícaro que tendría; y para colmo del infortunio, como pregonando su ignominia, los cubiertos y platos tintineaban escandalosamente. La gente se detenia  mirarnos pasar, regocijada con el espectáculo. Yo no tenia los ojos en nadie, tan humillado me sentía, y soportaba, como la mujer gorda y cruel que rompía la marcha, las cuchufletas que nuestra aparicion provocaba". De esta manera, en Astier estaría dándose la lectura dialéctica, en tanto ruina de la lectura interior/exterior que implicaban los pasajes. Como el ciudadano que era capaz de perderse en la masa y a la vez encontrarse en ella como un ser no enajenado.
Tambien Astier como Arlt, es la introducción de la mirada extranjera y campesina en el gran mundo de la ciudad. Astier no es el personaje anestesiado que se mueve como un fantoche (aunque la alegoría, del fantoche, en la novela pareciera encriptar aquello) por la ciudad, si bien es un paciente de las fuerzas que controlan el mundo, esto no le quita meritos a la hora de plantear su particular lectura de la ciudad, es decir, en la apertura del signo urbano, para revelar en él la contradicción de principios que cohexisten como en el caso de la imagen de la calle, es el de la felicidad redentora utópica y el del espacio de la condenación. Asi en su lectura esta presente la lucidez frente a la mercancía y la embriaguez.
  El juguete rabioso es colapso de la posibilidad de adquirir ningún bien material o simbólico, que incorpore a Silvio Astier, en ninguna parte. En Arlt, la ciudad por donde se desplaza Astier, esta gobernada por la hostilidad y el rechazo, nadie puede incorporarse exitosamente a nada y la novela termina con una promesa de viaje, que lejos de ser un aprendizaje futuro, es el anuncio de una especie de exilio: irse a otra parte porque aqui no hay lugar.
Arlt raspa el sentimiento hasta transformarlo en cinismo, desesperación, cólera o hipocrecía. Esos son los tonos ácidos, de el juguete rabioso.
    El amor se presenta desde la ambiguedad del engaño que lo acompaña como su sombra.
No hay amor inocente, no hay sentimiento que no sea engaño de alguna especie.
Arlt no recubre los sentimientos con una capa de discursos sentimentales. O los exaspera hasta la verosimilitud o los arranca del romanticismo a traves de motivos que toma de la literatura decadentista. Esta es la gran operación de Arlt con la literatura popular y el folletín con el que se lo vinculó tantas veces: Se distancia de su setimentalismo por la ironía, exageración donde amor, muerte, sensualidad, pasión se entreveran siempre.
    Son los personajes de Arlt, los que sueñan con imposibles. Jamás les permite eso a sus lectores, nadie sale consolodo de una novela de Arlt. El extremismo no consuela porque tampoco soluciona imaginariamente.
La hipérbole, la figura de la exageración, por insistencia e intensificación, el primer eslabón de una hipérbole se encadena en amplificaciones sucesivas. Arlta es hiperbólico: "Erdosain escucha el estrépito de estos dolores repercutir en las falanges de los dedos, en los muñones de sus brazos, en los nudos de sus músculos, en los tibios recovecos de sus intestinos...Se aprieta las sienes, se las prensa con los puños, esta ubicado en el negro centro del mundo, es el eje doliente carnal de un dolor que tiene trescientos sesenta grados"
La escritura atraviesa ese límite constantemente. Ignora el buen gusto.
Pasa por encima de lo que las étlites culturales establecían como tono apropiado de la literatura.
     Roberto Arlt exhibe y repara una inseguridad radical: la de ser un escritor sin formación literaria, sin los refinamientos de las élites, alguien que carece de toda seguridad sobre su origen que duda de su legitimidad simbólico. La hipérbole, es el procedimiento de la inseguridad: decir más, para que por lo menos algo de lo dicho sea escuchado.
Cuando no se confia del todo,ni en la capacidad de la escritura para decir, ni en la posibilidad de que el lector escuche lo que la escritura dice, la hipérbole subraya el sentido ampliándolo, colocándolo sobre una lente que vuelve todo lo insignificante en grandioso. Es lo contrario de la estrategia de Borges, quien siempre dice menos, atenúa, acumula negativas, se aleja del énfasis.
Es la marca del escritor pobre, por la exageración y la radicalidad,Arlt busca llenar esa falta original del cual habló tantas veces: no tener capital en dinero ni capital cultural. Su marginalidad no fue institucional, ya que desde muy joven fue un peridista estrella y escritor de éxito. Pero, pese a los reconocimientos, se sentía un recién llegado de apellido inpronunciable.
La incomodidad de Arlt, después de tantas decadas, tiene mucho que ver con su extremismo. Es dificil normalizar un sistema de explociones encadenadas.


Maria Fernanda Carrizo.

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