21 jun 2010

Crítica

El veredicto social


Literatura es el hecho de estudiar las realidades concretas no supone captar el mundo grande en el pequeño, sino contextualizar una realidad más amplia y compleja. Las construcciones de género que aparecen en el Beso no son únicamente reseñables por ser Manuel Puig su autor, sino que da fe de toda una concepción personal que no es más que el reflejo de una trayectoria vital y social del que las escribe.

La literatura no sólo expresa la personalidad y los intereses del autor, sino que vienen influenciados por el entorno social y cultural en el que vive. En este sentido la literatura nos da información y provoca reflexión sobre la condición humana, dentro de un espacio y tiempo, y también en las emociones que individualmente expresa y que se enmarcan dentro de su contexto, por lo tanto, es considerada como fuente etnográfica al ser una producción humana contextualizada temporal y espacialmente; por consiguiente en la novela El beso de la mujer araña, la relación que se da entre Molina y Valentín evoca toda una serie de cuestiones, crea un desasosiego intelectual que invita a profundizar en ella, y eso es lo que nos lleva interpretar las construcciones que aparecen y como influyen en la relación entre los dos personajes, ”la homosexualidad” que estaba condenada, no sólo socialmente sino también penalmente; la valentía de escribir sobre ella es un hecho a tener en cuenta; como lo hará Molina en el Beso; esta idea de la feminidad masculina, será uno de los temas que los protagonistas discutan y analizando desde lo antropológico puede mecernos reflexionar sobre las construcciones culturales que aceptamos como habituales: dos hombres encerrados en una misma celda, dos personalidades, dos delitos diferentes que tienen en común la misma raíz, desde la lucha política y desde el amor, dos marginados sociales por un pensamiento utópico, y una relación que se fragua noche tras noche, una amistad que crece más allá de los convencionalismo, dos cuerpos el uno para el otro, por que se quieren y ya no se ven sino el alma. Esta es una forma de describir, como cualquier otra, el contenido de El beso de la mujer araña, a través de los diálogos entre Molina y Valentín y sobre las concepciones del amor, el sexo, la homosexualidad o la masculinidad que tienen cada uno de ellos. Molina es condenado a prisión por su homosexualidad, por perversión y abuso de menores; Valentín es un activista político de izquierda, condenado por la lucha armada y subversión; la celda se podría entender como un lugar simbólico donde todo es posible, las palabras, los sentimientos y el amor, libre de las ataduras sociales del exterior.

Con la muerte de Valentín, Molina, se consume en prisión, entre torturas y amenazas. La muerte es el final de una historia marcada por el drama de la diferencia, la imaginación llegaba donde no la hacía la memoria, y en ella se interiorizaban los recuerdos de la libertad perdida.

Molina se define y se contempla a si mismo como una mujer, ya que la figura de la madre está presente en todas y cada una de los palabras de Molina. Su mayor sufrimiento dentro de la prisión es el de no poder atender a su madre enferma. El no poder devolverle los cuidados que con él tuvo; esa actitud de cuidado abnegado la reproduce con Valentín cuando éste cae enfermo.

Más allá de la solidaridad de dos condenados, la escena nos transmite cualidades que Molina asocia con la mujer y que deben ser correspondida con su hombre.

Esta concepción choca con el pensamiento de Valentín que en ningún caso considera que la mujer deba estar sometida a la tradición patriarcal, esas desigualdades surgen cuando se considera a un género superior al otro.

Valentín se rebela ante esto, por que es consciente que esta discriminación implica un proceso autoritario que vive en el germen de la sociedad y de sus actores, es esta sociedad la que los condena por buscar la revolución dando un paso más allá, entendiendo la homosexualidad no como perversión, sino como una opción sexual más , que no debe estar sometida a marginación o condena, hay que revalorizar la importancia de las personas , más allá de su sexo, frente a una sociedad de marcados estereotipos y rígidas convenciones.

A modo de conclusión, es importante contextualizar el libro en su época, en un momento políticamente conflictivo en Argentina y en una sociedad marcadamente masculina para todos en medio de un período, en el cual se transitaba una autocracia , en la cual las fuerzas militares de 1976, tomaron medidas drásticas contra aquellas personas que luchaban por defender su ideología, donde “El beso de la mujer araña” supuso una importante crítica, ya que cuestionaba el orden establecido, político y moral, a través de las palabras de sus personajes , la misma nos demuestra también el valor de las personas que aún sabiendo que por defender su ideología le esperaba la muerte, aún así tenían la esperanza de poder revertir la situación…

Natalia del Milagro Rodríguez

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